El pasado domingo, 7 de marzo de 2021, presentamos en el Santuario de los Gitanos de Sevilla la restauración de la saya de ‘Gitanillo de Triana’, conjunto perteneciente a la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos.
Este conjunto textil se realizó a partir de los bordados del traje de luces que el torero Francisco Vega de los Reyes, conocido popularmente como ‘Gitanillo de Triana’, vestía el día que recibió las cornadas que, meses después, le provocaron la muerte en 1931. Años más tarde, en 1945, la madre del diestro donó el vestido a la Hermandad de los Gitanos y con él confeccionaron el actual conjunto, corriendo los trabajos a cargo del prestigioso taller de Sobrinos de José Caro.
Una pieza que se encontraba en un estado de conservación “muy deficiente”
La pieza se encontraba en un estado de conservación muy deficiente ya que sufría numerosos daños provocados tanto por causas intrínsecas –derivadas del envejecimiento natural de los materiales constitutivos- así como por causas extrínsecas –uso, manipulaciones, sistemas de almacenaje, etc. -.
Cabe destacar los cortes, desgarros y pérdidas puntuales de material que sufría el tejido principal de la saya, a la altura de la cintura, a consecuencia de las fuertes tensiones que tenía que soportar debido al excesivo peso que poseen los bordados. Así mismo se observaban desgastes, pliegues, deformaciones y restos de cera. En cuanto a la ornamentación bordada, además del oscurecimiento generalizado que mostraban la práctica totalidad de sus elementos constitutivos-debido a la presencia de plata en sus superficies y a la tendencia de ésta por oscurecer al entrar en contacto con el medio ambiente- también se advertían serios ataques de corrosión en muchos de esos elementos metálicos. Así mismo, se podían observar pérdidas puntuales y descohesiones tanto de canutillos como de lentejuelas, que corría riesgo de desprenderse.
Una restauración realizada por especialistas en el Patrimonio Textil
Nos encontramos ante un destacado conjunto que atesora un gran valor histórico-artístico, además de sentimental, que lo convierte no solo en una pieza de gran singularidad sino en una obra de arte. Por ello, los criterios que se han tenido en cuenta a la hora de su restauración han sido exactamente los mismos que se tienen presentes a la hora de restaurar una pintura de Murillo o una escultura de Montañés.
Dentro de estos criterios han destacado el de conservación y respeto por el original, es decir, el valor lo posee el conjunto completo, tanto el tejido como los bordados, por tanto, ambos se deben conservar íntegramente. Así mismo, criterio de mínima intervención, esto es, se actúa únicamente donde es preciso frenar los daños que están poniendo en riesgo a la pieza. Por último, los criterios de reversibilidad de materiales empleados, así como discernibilidad de las intervenciones realizadas, de manera que la restauración siempre se diferencie de la pieza original, pero integrándose debidamente dentro del conjunto.
Los tratamientos, tras realizar los estudios previos pertinentes, han consistido en la retirada del forro, ya que estaba creando tensiones y deformando la saya en su parte inferior, a la que le siguió la eliminación de intervenciones anteriores (zurcidos) que afectaban a las propiedades físicas de resistencia de las fibras textiles del tejido principal, especialmente de la zona superior de la saya. Posteriormente se dio paso al microaspirado de las piezas con aguja de succión para retirar todas las partículas de polvo y demás depósitos de suciedad que mostraban en sus superficies, tanto por anverso como por reverso.
Para devolverle a las fibras textiles la flexibilidad perdida con el paso del tiempo, se realizó la humectación del conjunto, empleándose vapor frio de forma controlada para rehidratar el tejido y poder proceder a su alineado para corregir las deformaciones que presentaba.
Por otro lado, teniendo en cuenta la naturaleza metálica de la ornamentación bordada, se pudo realizar una limpieza de ésta por medio de procedimientos físico-químicos, empleando para ello distintos disolventes que garantizaran la correcta remoción de la suciedad a la par que la estabilidad del metal constitutivo de los distintos elementos. Para las zonas del tejido que mostraban un acusado debilitamiento, además de desgarros y pérdidas de material, se procedió a la consolidación mediante la colocación de un soporte textil, debidamente teñido, que se fijó con hilos de seda, también teñidos ex profeso, realizando puntos de costura específicos.
Así mismo, para proteger estas zonas del roce al que puedan estar expuestas en los momentos puntuales en los que se haga uso de las piezas, se realizó un encapsulado, tratamiento consistente en la colocación de un tejido reticular, de baja densidad, que cubre las superficies afectadas, protegiéndolas, pero permitiendo su correcta visión por parte del espectador. Por último, se forró el conjunto con un nuevo tejido.
Un novedoso e innovador sistema para su uso y conservación
Para concluir la intervención, y teniendo en cuenta el debilitado estado del tejido de la saya en su parte superior, así como su funcionalidad específica, CYRTA ha planteado una solución novedosa que conjugue la correcta conservación de la pieza con el uso futuro puntual que se le puede dar. Esta solución ha consistido en la implantación de un sistema de cierre mediante imanes que permite fijar el tejido principal a una entretela de refuerzo y al forro, de tal manera que no es necesario el empleo de alfileres en el tejido a la hora de ceñir la saya a la cintura de la Virgen, evitando así que el tejido principal, que es precisamente es el más frágil, tenga que soportar la tensión y el peso de la saya.