Se confirma el color verde que, en origen, tuvo la pieza
Fue a finales del año 2016 cuando la Hermandad de las Siete Palabras se puso en contacto con CYRTA, empresa especializada en la Conservación y Restauración de Tejidos Antiguos, solicitando nuestros servicios para llevar a cabo las tareas de mantenimiento y limpieza sobre el manto procesional de la Virgen del Rosario, que cada Miércoles Santo luce, también, la Virgen de la Cabeza en su paso de palio.
A pesar de que la integridad del manto no corría peligro, presentaba una serie de daños derivados de la fragilidad de los materiales constitutivos y de la funcionalidad que posee.
Las alteraciones más acusadas que se apreciaban eran los depósitos de cera repartidos en diversas zonas del manto, concretamente en las próximas a la candelería y los candelabros de cola.
Fue éste el motivo principal por el que la Hermandad decidió requerir nuestros servicios.
Al estudiar el manto, se advirtió cómo ésta problemática se había visto acrecentada por las desafortunadas actuaciones que se habían llevado a cabo en años anteriores con la finalidad de retirar los mencionados depósitos de cera. Unas actuaciones seguramente llevadas a cabo por personas bienintencionadas, aunque no expertas en la conservación de este tipo de tejidos y, por lo que empleaban métodos y procedimientos inadecuados que solo generaban mayor deterioro a la pieza (decapador y disolventes). Fruto de esta mala praxis se generaron numerosas manchas blanquecinas en el soporte de terciopelo, el “chafado” del pelo del tejido y la impregnación de cera sobre el soporte textil, causándole la consecuente rigidez.
Una vez se realizaron las catas necesarias para determinar el método de limpieza más eficaz, se efectuó una minuciosa microaspiración y, posteriormente, se dio paso a la eliminación de los depósitos de cera. Éstos se retiraron por medio de sistemas mecánicos y aplicando, en algunos casos, calor de forma muy puntual y papel secante, para evitar que la cera penetrase en el ligamento del terciopelo.
Esta labor se llevó a cabo tanto en el tejido como en los propios bordados y el encaje que ornamenta perimetralmente el manto.
Así mismo, se trataron las zonas en las que el pelo del terciopelo se encontraba “chafado”, con la finalidad de devolverles, en la medida de lo posible, su posición original.
Finalmente, se procedió a la consolidación puntual de algunas de las piezas bordadas, prestando mayor atención a aquellas que eran originales y que, por tanto, presentaban un mayor deterioro y corrían riesgo de perderse.
Un hallazgo inesperado
Durante el tiempo en que el manto de la Virgen del Rosario estuvo en nuestro estudio, se realizaron numerosos análisis tanto a nivel material como técnico con la finalidad de obtener una mayor información sobre esta destacada pieza ejecutada en el obrador de D. Manuel M. Ariza, en 1863.
Las investigaciones se centraron especialmente sobre la ornamentación bordada con el fin de encontrar restos del soporte original empleado por el propio Ariza, ya que se tenía constancia histórica de que la pieza había sido pasada a un nuevo soporte, al menos, hasta en dos ocasiones.
Afortunadamente, y a pesar de todas las intervenciones sufridas a lo largo de la historia, fue posible hallar restos del que fuera el soporte original del manto. Este importante hallazgo obtuvo una mayor relevancia cuando comprobamos que dichos restos eran de color verde, y no granate como así lo reflejan algunas publicaciones referentes al origen de esta pieza.
Una vez puesto en conocimiento de la Hermandad, y con el permiso del Hermano Mayor y su Junta de Gobierno se tomaron varias muestras del tejido para poder analizar el ligamento y determinar la naturaleza del mismo, el cual resultó ser un terciopelo.
Este hallazgo hizo que buscásemos una información más amplia sobre el Patrimonio de la Virgen del Rosario así como sobre la obra de Manuel M. Ariza.
Esta búsqueda nos llevó al Boletín de las Cofradías de Sevilla nº 464 de Octubre de 1997 en el cual aparece un artículo firmado por Rafael Jiménez Sampedro en el que refería el estreno del manto y que publicó el diario El Porvenir con fecha de 1 de noviembre de 1863. Accedimos a dicha noticia a través de la Hemeroteca de Sevilla donde, efectivamente, pudimos comprobar cómo dicho medio local confirmaba que “el terciopelo es verde, color elegido por los albaceas del que dejó encomendadas las prendas en loor de la Virgen”.
Debido a la falta de documentos tanto en la propia Hermandad como en otros medios locales, no hemos podido documentar los verdaderos motivos que llevaron al cambio de color del soporte, desconociéndose así mismo, quién y cuándo realizó el referido pasado.
No obstante, consideramos que este hallazgo posee gran relevancia, por lo que debería tenerse en cuenta en futuras investigaciones.
El hecho de que la Hermandad de las Siete Palabras haya confiado en CYRTA es un claro ejemplo de que, cada vez, son más las Hermandades y Cofradías conscientes del valor e importancia de su Patrimonio Textil, lo que las lleva a ponerse en manos de profesionales para acometer los pertinentes trabajos de Conservación y Restauración. En este sentido, hay que tener en cuenta que todos los profesionales de la Restauración de Bienes Culturales trabajamos bajo una serie de criterios y códigos deontológicos, siempre respetuosos con las piezas tratadas, que se encuentran muy alejados de los criterios personales por los que se rigen profesionales de otras áreas artísticas, artesanas e industriales relacionadas con los tejidos.
La importancia del Patrimonio Textil reclama un mayor nivel de atención, por lo que es muy conveniente que su conservación y eventual restauración recaiga siempre en manos de profesionales expertos en paliar y solventar, en la medida de lo posible, los distintos daños y deterioros que ponen en riesgo este delicado Patrimonio.
Texto: Restauradores Pablo José Portillo y Pablo Pérez